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xesca Almecija

 

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Lìquidas alas

Destino

 

Esparcidas las cartas sobre blanco paño

 

comunicado de grafos que son luz.

 

 

Mujer dispersando sus pétalos sobre el agua

 

extrañas espadas flotan en el ambarino mar

 

para arrastrar pasiones en el carro de la noche.

 

 

Camino de vida           un destino por andar

 

lluvia de estrellas en el Apocalipsis de la mente

 

en el lejano hombro donde reposará el guerrero.

 

 

Danza la luz entre ferviente espiga

 

mientras clamores de rocíos a grávidas lunas lloran

 

con un rescoldo de ternura entre rosa y nieve.

 

 

Alquimia en la mano que esparce el trigo

 

tenacidad en la antesala del saber

 

hilando abrazos en los proféticos telares

 

esperando en el umbral la retraída gota ardiente

 

el cauce de la misiva por donde se deslizan los dioses

 

oídos tenaces         infinidad de voces por estrenar.

Polvo de sueños

 

 

Una gota se desliza por el cristal de las verdades a medias

 

mientras tú eres el inspirador de los senderos creativos.

 

 

Cantando en silencio

 

inundando de aroma los recuerdos de la sombra

 

llorando entre desconocida gente

 

las horas que entre ellos vivimos.

 

 

Polvo de sueño en el amanecer de lejanos días

 

primaveras con sabor a vainilla.

 

 

Recorridos que se cruzan en el viento

 

mientras estas manos te dibujan una vez más

 

una vez más entre dioses y bestias

 

te pierdes en la nublada mente.

 

 

No hay miedo a la nada       la nada no existe

 

sólo temo al olvido

 

ese olvido.

 

 

 

 

La mano de Baco

 

 

Dolor que flota en mares ambarinos

 

tus miradas atraviesan todos los umbrales

 

el oro separa al hombre de la tierra.

 

 

Justicia bajo la influencia de Baco

 

mientras los silencios se entierran

 

libro en mano.

 

    

Crujidos de cristal        antítesis al brindis

 

ahogados en pócima de palabras

 

entre el baboso oro imantado.

 

 

Juicio de miradas         dos almas se separan

 

estrella en el lago esperanza

 

reina de espada en el día

 

rey en la madrugada de las copas.

 

 

Se derrumba de la vida su torre         su panteón

 

sables que atraviesan la noche

 

unilateral pacto llenando copas.

 

 

Ermitaña de esta vida bajo el yugo del viejo arcano

 

brillantes senderos por donde pasear

 

fuera del hogar          lejos de la vida.

 

galope de furia hacia el recóndito interior.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Enredaderas de desilusión

 

 

Gemelos soles que separan las almas

 

entre los rojos y azulados alientos

 

bastón de la soledad en su anhelo

 

hombre que flotas en un mundo etéreo.

 

 

 

Unicornios acompañan tu silencio

 

serafines que acarician tus miradas perdidas

 

espadas en la tierra

 

en un manto de lana para cubrir tus canas.

 

 

 

La opulencia en la infancia emborrachó tu cuerpo

 

explota el pus de las entrañas

 

esas enredaderas en desilusiones que agitan

 

bajo una justicia que nunca gana.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Mixtura

 

 

Mezcla de labios     fresa       con sabor a versos vivos

 

delicadeza de sentimientos en el descampado de los sueños

 

tacones que resuenan en el silencio

 

ansiada soledad donde las lágrimas buscan refugio.

 

 

Te marchas en silencio        sin dolor

 

entre el renacer de esperanzas futuras

 

silencio              solo             soledad.

 

 

Te acompaña un séquito de mentiras

 

que algún día volarán

 

yugo de silencios que a la hembra haces maldita

 

en espera de caricias que no cantas.

 

 

 

En la lluvia de la vida

 

entre los juncos de las playas humedecí mis pactos.

 

 

 

Gotas que han quedado en un cruce de manos.

 

 

Crucificados silencios

 

 

Espirales de obstáculos en el camino azul

 

sabor a metal en las corrompidas palabras

 

azul de bermellón en los destellos de tu rabia.

 

 

Jinete de realidades que se pudren

 

vas soltando las riendas de las verdades

 

entre las heces de tu caballo bravo

 

jinete que galopa entre tu mundo y el mío.

 

 

En una jaula dorada he despertado

 

púas de plumas vestidas

 

crucificada al silencio de tu garganta.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Líquidas alas

 

 

Sentimientos que se confunden en la distancia

 

mientras campea un sol sobre tu luna

 

y se posan unas líquidas alas en tu hombro.

 

 

Las fauces del león se van cerrando.

 

 

Estrenas sendero

 

y hay manos que te harán soñar

 

la dualidad de los caminos.

 

Descubres tesoros en los océanos

 

diadema de estrellas en la cabeza amada

 

entre infinitas guerras

 

entre palabras que atacan.

 

 

 

Se derraman los sentimientos     es hora del comienzo

 

no mires atrás 

      

continúa matando el paso     segando olvidos.

 

 

 

Alianza de corazones en esta distancia etérea.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Lapsus linguae

 

 

 

 

 

Virutas de sentimientos

 

entre gemidos que la ira destapa.

 

 

 

 

 

 

Las manos se distancian.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Jugos

 

 

 

 

Prendida de los hilos de tu voz

 

busco el jugo de tus sentimientos

 

los macero         los mezclo

 

fundiéndonos los dos               uno.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Hueco en música

 

 

En la madrugada con tu voz sonando en mis oídos

 

enterré las palabras metálicas de ayer

 

para dejar nacer tus notas.

 

 

 

 

Teclado en música                    vacía.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Mordiscos en soledad

 

 

 

 

Flechas de sentimientos me atraviesan

 

dualidad del querer en el oscuro abandono

 

obstáculos en la batalla dialéctica

 

juicios inmorales que nadie ganará.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Amarillos

 

 

Oro             bastón de poder que no domina

 

ermitaña en la sombra de la vida

 

leyes que nunca incubaron

 

sólo escondrijos de escorpiones.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

    Silencios en tinta

 


Palabras atrapadas en el túnel del silencio


velas que se apagan con la brisa del amanecer


entre sueños tejidos en los muelles de un somier.



Labios de víbora muerden las sombras


metaplasmo de fuego tatuado en la piel.



Léxico en lágrima convertido


metamorfoseado en tinta

 

de la ilusión                   candela.



Resbaladizo verbo     quebrado


parido antes de ser.

 


Del teclado sangre entre las yemas.

 


Fragilidad de silencios circundan el sol


partos de versos que hilan la luz

 
entre llagas de lagunas en palabras.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Detrás del mundo

 

 

 

Unas manos tras la cortina

 

reja que sueña con el sol

 

ventana que aísla de la vida.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

     Calzado de goma                    

 

 

Ojos que alumbran  recorridos.

 

fijos en la blanca línea del camino

 

michelín            calzado de grandes gomas

 

radios que circundan y mueven tu paso

 

en este andar y venir del humano.

 

 

Máquina al servicio del tiempo

 

tiempo que se hace más rápido con tus zapatos

 

roídos en los viejos caminos andados.

 

Vida quemada en las jóvenes auto vías

 

bajo el brío de las piezas que te arman.

 

 

Cercanías donde antaño solo llegabas con oro.

 

Metal           habitáculo con asientos y mandos

 

luces indicadoras del movimiento en el espacio

 

espacio que recorre la mirada tras un cristal

 

biselado en el iris de la sentada mirada.

 

 

Alvéolo del cuerpo viajero en su fachendear

 

como lisonja para el viejo asfalto desgastado

 

rueda

 

y ruedan

 

la rueda

 

en el empaste del abarloar de la vida

 

maroma en la prisa de lo mundano

 

in extremis de las agujas del tiempo.

 

al filo de la cotidiana velocidad 

 

ruedan

 

y ruedan

 

la rueda.

 

 

Rueda en el astracán del mundo adoquinado.

 

 

              

        

 

     

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                                                                                 

Marihuana

 

 

 

Alquimia en el humus de la vida

 

fermentando tierra con el alodio de las semillas

 

en el conato de un mundo distinto.

 

Semilla que crece como mies

 

hacia el infinito

 

regalando cogollos de zaragata y panacea.

 

 

Humo que recorre las arterias

 

como hulla en los gemelos pulmones.

 

En el abarloar de sueños    - ábaco de la mente –

 

penetra la miscelánea fumarola del cuerpo.

 

 

Ante el anagrama del zoilo los oídos mueren

 

verdes que son milagro.

 

 

 

Postrado ante el altar                   desconocido

 

los labios aspirinan el humeante aire.

 

 

Susurros del sur

 

 

Entre silenciosas manecillas surges

 

eres duende de la parpadeante pantalla

 

en el requiebro de bailarinas manos

 

danza el carmín al filo del labio.

 

 

Pulidas pasiones en la sordina noche

 

en la onomatopeya de gemido en pecho

 

se colorea la sábana de  moldeados ensueños.

 

 

Entre telares las yemas tejen ilusiones

 

vuelan en la curva del rizo de bocas

 

avanzan las alas el virol del silencio.

 

 

En el piélago del sostenido susurro

 

pasea la luciérnaga sus caricias

 

entre carantoña de poema en piel

 

banquete en la atracción de cuerpos.

 

 

Vuelta la mirada         sur de casa

 

casa de vientre     copa   amigos

 

brindis del prófugo verso     parido.

 

 

En la crisopeya de las atrapadas miradas.

 

los labios aletean en su mixtura

 

mixtura rítmica del timbal de corazones.

 

 

Compases de risa en las celdas            de la espera

 

espera                          de beso y cruce de manos.

 

en el aroma de beso y poema.

 

 

Media luna de los desahuciados

 

mujer de cerradas pestañas y sellada boca

 

sentimientos arrastrados en la tormenta

 

 

 

 

       

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Te descubro

 

 

Tumbada bajo el sol

 

atornillada a tus piernas.

 

 

 

Gotas de lluvia.

 

 

Los límites del lenguaje

 

se acaban en el recorrido

 

de los grafos de tu cuerpo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Celestina

 

 

Poesía

 

celestina de palabras        ventana

 

crisálida de la adormilada psiquis

 

custodiando el grito de la dermis.

 

 

Eres pérgola del verbo             no nato

 

non empaste en el espíritu creador

 

adoquines de manos te damnifican

 

entre cabriolas de los huecos en versos.

 

 

Celestina del alfabeto

 

enluciendo palabras embaucadoras

 

enyesadas en las paredes de la traquea

 

entre lenguas de cemento y arena.

 

 

Trapecios de dolor cuelgan del cuerpo

 

balanceados al ritmo del atornillado silencio

 

silencio del reptil.

 

 

Nidos de serpientes en los escondidos vocablos

 

elites de hipócritas y blancos intelectuales

 

agua para la construcción del embaucador poeta

 

cuna de adinerada dicha cantando desdichas

 

 

Alquimia           diccionarios que se abren

 

en la saeta de la boca de un poeta

 

eres fondeadero del clima social

 

insurrección en la antesala del métrico.

 

 

Baldeando los sueños de otro

 

entre el talud de las riberas en tinta

 

el hombre renueva poemas que son poder.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

    AXIOMA

 

En los desiertos del cosmos

 

entre escombros    basureros de nostalgia    busco.

 

 

Busco   en el cráter de la palabra

 

los versos que van surgiendo de la lava

 

ríos de pensamientos      turbulentos     tranquilos.

 

 

Busco el sonido del silencio     deslizándose

 

en el interior de la azabache noche

 

   en los trozos de corazón      que los perros olvidaron.

 

Efemérides de una bohemia vida.

 

 

Ataúdes de versos      poemas

 

cuerdas de guitarra   vibran en la garganta

 

   calambres de dolor.

 

 

La mano péndulo oscilante

 

penetra en el volcán    fuego en el teclado

 

       acaba la búsqueda.

 

 Por la ventana sale     melancolía.

 

         Axioma de una vida.

 

Difuminada figura

 

 

Pinto a carboncillo tu figura

 

mente que difumino perfilando formas

 

en mis cavernarios pensamientos te doy color.

 

 

Alambique de corazones en la espera

 

doy forma entre pinceladas de silencio 

 

en el caballete se van moldeando las ilusiones.

 

 

Eres arcano en el atlas de los cuerpos

 

en la crisopeya de las bocas

 

en la composición de los lienzos.

 

 

Paleta en la antesala de la espera

 

quimera es de su mixtura en líneas color pastel.

 

 

 

 

Macerado óleo de corazones.         

 

 

Forma sencilla                     carbón sencillo que pinta y pinto.

 

 

 

 

 

Sentir sin piel

 

Una hoja se desliza de la rama

 

un poeta de asfalto grita,

 

mientras suena el despertador

 

entre palabras que cruzan

 

las agujas del silencio.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

A tu costado como cuerpo

 

 

Nacimiento que emana de tu blanquecino placer

 

resbala por mis desiertas curvas

 

se adentra en la caverna del deseo.

 

 

Portentos que a la hembra obsequias

 

lanzado al viento las migrañas

 

humus en la migración del hombre.

 

 

Entre misceláneos sueños desperté

 

inserta a tu costado como cuerpo

 

enredada a tus piernas               enredada.

 

 

Una y otra vez atraviesas los meridianos

 

emulsión de gemidos bajo sábanas

 

meta donde plasmo mi hembra sobre tus pies

 

enredada      mi hembra              enredada.

 

 

 

 

 

 Dentelladas

 

 

Perra que en tu ausencia ladra

 

mientras clava en las llagas el colmillo

 

entre el gorgojeo del desprecio que me amputas

 

los galopantes compromisos que aúllan sobre el sol.

 

 

Dentelladas de rabia            contra mí

 

impotencia             la mefítica herida.

 

 

Enmohecido el mosaico de los sentimientos

 

donde queda la osmosis del oxidado coexistir.

 

Entre el ósculo del deseo la rabia por las comisuras

 

anaglifo del amargo brindis

 

en los silenciosos aullidos del adiós.

 

 

Controversia de las roídas palabras

 

tarascada al moroso deseo

 

las fauces se cierran paliadas por la agonía

 

mordisqueando la morfología del ayer.

 

 

 

 

 

Quimera de luz


Alquimia en las figuras apergaminadas.


 
Quimeras de una antorcha en el pensamiento


rapsoda que vas arañando vocales

 

cuerdas en el conato del etéreo existir.




Prístino del brío en su léxico


en su fluido que resbala por la contraída vértebra


en el parido verbo amante crecido entre onomatopeyas


en el prodigio de las crisálidas en la noche.

 


En el irradiar del ósculo

              
los iris batallan en el misterio.



 


Gana la oda                                luz de un verso.

 

 

 

 

 

 

 

 

Vértebra húmeda del verbo

 

 

Morfologías en las sombras


pinzas para sujetar el verbo en la vacía cuna del verso no parido


para que no caiga el carcomido labio de los odios.



En el pañal de las congojas


lágrimas empañan el vocablo


sabor a sal en el níveo rostro


dolor del karma                      del ala partida.



Sordina de la distancia

 

manos en el arrebato del pasado.


Se van calafateando los corazones con lisonjas


lisonjas que ruedan                 carrusel del infortunio carrusel.



Lazo de seda en el sentimiento


en el coexistir  de un cáustico mundo


que mece al quijotesco fundido en el colchón de los olvidos.



Imperdibles que se abren y se clavan en la vértebra

 

pisan el oquedal de sombras                el  repetido camino


y cuelgan gotas de sangre


grifo de gota y gota y verbo y verbo.

  

 

 

 

 

 



Resbalón de la  contraída gota ardiente.


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Ántrax de acero          

 

Gota a gota el metal va formando vías

 

gaveta metálica que es huesa humana

 

caminando entre el muerto hormigón de tantos postes.

 

 

Silbido tras silbido bajo el eco del silencio.

 

 

Aposento del ser sentado en la crústula de hierro

 

soplando notas en el viajero espacio

 

en la catálisis de la prisa que muerde.

 

 

Cápsula de acerado calzado

 

cortinas que ciegan el paisaje y abrigan ventanas

 

aventureras bisagras para acoger los huesos.

 

 

Vuelan efímeros pensamientos en el aojar del destino

 

vuela el bostezo que enraíza del sueño su cavidad

 

el bosquejo de la valquiria del humano.

 

 

Metal       plasmo en el roer de los labios

 

metal       en el conato quimérico

 

plasmo      en la celda del verbo.

 

 

 

Veloz empaste a tu morfología directa.

 

 

Cabalgando en la jácara del hoy

 

hacia la corteza de los ácidos del léxico

 

donde la crisálida del vate se acalla

 

y ruedan  los segundos

 

ruedan la rueda en su ir y venir al ántrax.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Ósculo de aire      

 

La rejilla expulsa aire

 

tubo   válvula para el empaquetado oxígeno

 

oxígeno que es pimplón para el pulmón adormilado

 

circunscrito al movimiento de agujas      cables.

 

 

Excremento                  sepultura del cuerpo

 

hueso de brea en el connubio

 

arribista del ascenso conquistado.

 

 

Fémur roído                  vaina de la carne

 

carne que duele en el declive

 

clavando el incisivo colmillo

 

mientras la guadaña arremete en su conato.

 

 

En el ábaco de la enferma existencia

 

sondas 

  

agujas  

 

cables

 

algodón de panaceas

 

para el dolido cuerpo caminante.

 

 

Silencio                        - ósmosis del bronquio-

 

expira el arcano en la mixtura de luz

 

no avanza el oxígeno en la traquea

 

se va alejando el tambor de la vida.

 

 

Bajo el ósculo del recuerdo

 

eres querubín de este espacio

 

velación del espíritu que se aleja

 

pócima del amargo en el quebranto

 

entre una manos frías de mujer.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Zain7

En el abandono de la espalda


la mirada traspasa el cristal de las yemas.

 

 


Morubes                     arcos de peces y arañas


el aerógrafo fue escupiendo sus formas


misceláneo                azul y amarillo.



Loca creación del yo creador


creador esparcimiento del yo solitario


ofrenda al bohemio amigo desconocido.



En el centro siete caras azuladas


tono azulaque en las paredes


giran            las palabras giran


al filo de la copa en los labios.



Fumarola que empaña los rostros


amante simuladora de nocturnidad


embrujo del inspirador fauno.



Acotado círculo de fugas


verosímil retrato del declive humano


en la caverna del artistas de los sueños


danzan notas de Queen por el espacio.



Mixtura de telas    espejos    cuadros


cuelgan los emblemas de las mismas manos.



Bajo el yugo del indomado arte


una equis en el pétalo                 pétalo atado.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

RETRATO

 

 

Apareces tras la palabra

 

entre ventanas

 

que el viento olvidó cerrar

 

 

Traes ramos de inspiración

 

una estela de luciérnagas

 

se deslizan sobre el teclado.

 

Danzan letras de fuego

 

se tatúan en esta  piel

 

       mientras tu mirada

 

traspasa el óleo.

 

       

 

 

 

 

 

 

 

 

Escritura Pali

 

Al final del sendero              la voz oculta.

 

 

Manos alfareras arañando el seco barro

 

huellas de hormigas          rastro de escritura pali

 

pali                   fonética en la húmeda arcilla ardiente.

 

 

Transparencia en la incrustación de la púa

 

en el pensamiento que se talla en yemas

 

en el legado del silencioso antepasado.

 

 

Encendidas las piras

 

se va metamorfoseando el léxico

 

en la construcción cuneiforme de la palabra.

 

 

Parto de cruzados jeroglíficos arañados.

 

 

Ranuras en el tiempo que son trozos de luz

 

pali     parlanchines pies de hormiga

 

sobre el quebranto del corrosivo pasado

 

balanceado al filo de una cuerda de vocales.

 

 

 

 

  Atlas de deseo

 

 

Ensortijados rayos en la reja

 

mientras en el lienzo de la vida se perfilan las ilusiones

 

batalla que gana la conquistada caricia.

 

 

Se deslizan humedades

 

rodando y rodando

 

dibujando cabriolas sobre el atlas del cuerpo

 

salivas que se mezclan en la alquimia de las bocas

 

como virigaza del retraído deseo.

 

 

Perdido el tormento      nace la lisonja

 

se teje la urdimbre en el chasquear de los dedos

 

surgen alas en el dormido iris      atraviesan océanos

 

vuelan y vuelan hacia el hombro guerrero soñado.

 

 

Se agita el cuerpo                 salta el gemido.

       

 

Tras el tiempo se pierde el concepto tiempo

 

en requiebros los versos colgados.

 

 

 

Mientras

 

se plasman romerías de pasiones

 

entre las líneas curvas

 

entre el tejido de los rizos de las yemas

 

entre la ósmosis del alvéolo de los sexos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Zeppelín social

 

Dormido el iris en las celdas del dolor

 

los ojos se apagan bajo el yugo del olvido

 

en la mixtura de miradas 

 

tejidas en la córnea del recuerdo.

 

 

Cóncavos y segmentados sentimientos

 

cargados de culpas    antaño notas de ilusión

 

guiños de silencios en el zeppelín social

 

entre abigarradas desilusiones en notas.

 

 

Nubes en las páginas de la espera

 

mientras se escriben inocentes libros de sueños 

 

y se disuelven sentimientos en rojo vino

 

tragos de dolor que se esparcen en el no fondo de la copa.

 

 

Zaragata que se repite año tras año

 

en el desengaño de las conquistas

 

celebración de la olvidada soledad

 

ante el asombro de la mirada.

 

 

Un espacio de versos en la conquista

 

fraguado en el yunque del silencioso ensueño 

 

sombreados por el agrior de las figuras de ayer

 

perfilados en los requiebros de los partos.

 

 

Felicidad que en el pecho se esparce

 

henchido ante la lejanía 

                    

alargando en el tiempo los retornos

 

abrazada a la amorosa soledad del verso.

 

 

 

Se alza la copa

 

se entierra la mirada.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

AMBROSÍA DE PASIÓN

                             

Se engarzan los recuerdos

 

que son diamantes en la montaña.

 

 

Derramas caricias

 

sobre pechos de fina cerámica,

 

moldeas  besos

 

cuerpo, cántaro que se derrama,

 

sabor a arcilla en la madrugada

 

esculpes con manos

 

líneas entre las piernas amadas.

 

 

Pátinas de ambrosías

 

sobre el cuerpo plasmas.

 

 

Vas cincelando pasiones

 

entre los cardinales que abrasan.

 

 

Transparencias en el placer

 

del silencio.

 

 

Escultor de la pasión

 

entre tus manos, como castañuelas

 

este cuerpo danza.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

EL ESTRECHO

 

 

Guarda ella su corazón

 

en un sagrario vació

 

seductora           envejecida

 

Vaho en el iris del amanecer

 

acecha la bruja, negra en el agua.

 

Alimento inerte flotante

 

brocados humanos en la arena.

 

 

Arríate de sueños ahogados

 

en la pleamar de las vidas.

 

 

En la sombra el ogro acecha

 

Plastificada tierra regala

 

 

a los arcanos.

 

 

En el horizonte, aristas perfiladas

 

de viuda negra.

 

 

Jicarilla amarga

 

para la derrotada Antígona,

 

sus altares caídos

 

blasfema, grita, profana

 

.........pisotea.

 

 

Hasta que cae

 

ante la imagen impresionista

 

............de la prometida tierra.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

    

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

   Misceláneos cuerpos

 

En el connubio de los cuerpos se maceran salivas

 

resbalan sobre las ardientes curvas

 

giran en las transparencias del circular deseo

 

escultura tallada entre misceláneos cuerpos.

 

 

Cincelados sueños despiertan en el alba de los no días

 

días de labio

 

teta

 

caricia

 

en el prólogo del no despertar.

 

 

Entregas de amaneceres de sábana

 

en la mixtura de la recitada caricia

 

en el aojar de atornilladas piernas

 

                             cruza el gemido

 

el umbral de los mudos silencios.

 

 

Embrujos en las persianas de miradas

 

en las cabriolas del beso en boca

 

zeppelín de  cruzados juegos de manos

 

coloreando con yemas el caballete de la piel

 

se difuminan los sexos en la no-distancia 

 

sobre los soñados dibujos del hoy.

 

 

Proclama  ante los altares del deseo

 

quema la quema en la conquista del querer

 

kilómetros que unen sobre circulares huellas

 

huellas de espera             ventana del corazón.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Embriaguez de seco vientre

 

Vagabundos rastros de sal sobre el rostro

 

salpicaduras de silencio estrangulan la casa

 

casa de la flagelada poesía viva

 

viva gota de culpa resbala en la mente

 

entre los vidrios de una embriaguez a solas.

 

 

Efímeras alas en el quebranto del verbo

 

entre infantiles esperas en la etérea distancia

 

poemas de un vientre hoy seco

 

antaño leche   chupete    pecho

 

en la eclosión de los perdidos pañales.

 

 

Tendidos los baberos de los sueños 

 

campeando en la campiña del no nato

 

sonaja

 

cuna

 

trona

 

se acomodan en la azulada habitación

 

entre punzantes  plumas de  almohada.

 

 

 

Celofán de pasiones

 

 

Se rompe todo                

 

deseos que en un soplo escapan

 

rincones        deseos           humedades

 

rincones envueltos en el celofán de las pasiones.

 

 

Lazos que resbalan en el quebranto de los besos

 

besos            aliento en el recuerdo de las caricias

 

en el quebrado de los silencios a medias

 

entre las álgebras que galopan en la memoria.

 

 

Memo         ría de versos a la carrera

 

carrera de las espuelas en el delirio

 

entre los relinchos de un conato en sábanas

 

que atraviesa la resurrección de los trotes negros.

 

 

Desbocado sentido perdido

 

en la carne que no se convierte en atlas 

 

en los misterios fugados en el cristal de los sexos

 

ábaco del repudio en la urdimbre de la espera.

 

 

Dolor en el relieve

 

huellas en las notas de un bolero             remanso del ayer

 

resta ingenio en la suma de los cuerpos

 

 

Somier en verso            envoltura en capa

 

hacia la grupa del ansiado silencio de las palpitaciones.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Rumor de quejido

 

 

Murciélagos de colores muerden las yemas

 

yemas de rabia en el teclado

 

estiletes que se clavan en el albor del sentimiento

 

entre los bocados de convulsión en llanto y sitio.

 

 

Sitio de los incrustados perfiles de sueños

 

entre ventanas que no hablan de un ayer

 

ayer

 

amoroso de mordisco sobre las curvas

 

en los aullidos de las sábanas del tiempo.

 

 

Bermellón de alas en la acuarela del deseo

 

deseo y rumor del quejido 

 

vuela la pasión en la dualidad de círculos.

 

 

 

Frente al bocado contenido de la espera

 

se clava el diente en el carmín del ultimo beso

 

mientras el corazón de las alas se dibuja.

 

 

Transparencias en el vidrio de las almas solas

 

 

Crujir de cristales en la antesala de la espera

 

grados de alcohol en los grados primitivos

 

en los tiempos del poema a medias.

 

 

Medias de una luna que oculta su rostro

 

noche del gemido metamorfoseado en sal

 

estrangulado en el pañuelo de los ritmos

 

mudo ritmo mientras caminan los círculos del placer.

 

 

Transparencias de los iris que se cruzan

 

brindis en las ensoñaciones de horas y horas       las horas.

 

 

Pañales de saladas tintas

 

las horas por el bulevar de los cuentos mudos.

 

 

 

Camina el poeta con viejos versos

 

ahogando su ego en un pecho cualquiera

 

cualquiera de las desdichas

 

dichas de un cristal versado sobre el tiempo.

 

Yunque versado

 

 

Racimos de poemas en la boca soñadora

 

en los oídos              en su antesala

 

en los grafos del silencio que adivinan siluetas

 

entre la seda de las manos             rumor de rizos.

 

 

Salivas sabor melocotón

 

notas de música que acompañan los gemidos azules

 

mientras continua la remetida del placer.

 

 

Ventana donde volaron pétalos

 

entre el gris adiós del poema negro.

 

 

En el cáustico espacio que se ha fraguado el verbo

 

la fragua seca los frutos del deseo que se esparcen en el viento

 

bajo el golpe del yunque              versado ombligo del bardo.

 

 

Se distancian los cuerpos en claros difuminados

 

se alargan en el espacio de las manos abandonadas

 

los versos           olvidados del baúl             del silencio

 

mientras bajan las almas roídas

 

en el alambique de los sueños muertos.

   

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

AISELGI

 

 

Cimentada en cada pueblo

 

ciudad, aldea             tierra lejana.

 

 

Parturienta negra araña

 

tejiendo sus telarañas.

 

 

Se alimenta del miedo

 

dicen, que es su morada.

 

 

Tres veces suenan las campanas

 

Compás, contiguo al ritual de  magia.

 

 

Ante el altar postrados

 

del sagrario, cuerpo y sangre devorados

 

ante milenarios símbolos cruzados.

 

 

El eco de su nombre

 

retumba ....timbal ensangrentado.

 

su espada vidas ha segado

 

las tierras conquistado.

 

 

Ya, ni los cascabeles

 

sonaban al viento

 

trayendo nuevos alientos.

 

 

Hoy, tus raíces

 

....Se van gangrenando.

 

 

Tu nombre  amarga pócima

 

-que la mano creadora transforma,-

 

al reverso aiselgi suena,

 

juego de ambrosía en la boca.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

        

Epitafio para María



Sentimientos      segmentos de cristal


que al caer en el alma se incrustan.


Zaguero       poema para tu vientre


no más versos soterrada madre.



Acunada en el silencio de la vida


flagelada por la indiferencia


clavada en la laguna del olvido


han pasado mil años           creo.



Pechos que a nadie amamantan


ojos perdidos en la ignorancia


manos rugosas        zarpas en la tersura

 

manos rugosas         antaño de zarpas


boca en los silencios sobre la represión del pasado

 

represión de tu silencio en boca.



Fiera en su disfraz


hipócrita cristiana que carga sus culpas


desdentada


que a nadie asustas

 

porque el tiempo desenmascaró tu fuerza.



La espera queda sólo para colocar

 

la última losa de tu mármol.

 

 

 
      En tu tumba                   falacia de brillantes letras

 


        -“tu amados hijos no te olvidan”-.